Vivimos en un mundo de tentaciones culinarias dónde los cocineros y grandes empresas de comida rápida saben cómo estimular nuestro apetito y nuestro cerebro. De vez en cuando, es posible huir de ese impulso optando por alimentos saludables en momentos de ansiedad.

Pero, ¿y en los casos en que ni si quiera esa opción esté cerca de la salvación? Pues, como diría un colega “hay que recurrir a la vieja usanza” y esa no es otra más que la tradición japonesa. Y es, que en la mayoría de los casos, podremos ver como las mujeres raramente son obesas.

Entre las grandes cosas de Asia, la más resaltable para esta ocasión es la alimentación y la cultura alimenticia tan variada y saludable que poseen. Te dejamos sus 6 secretos más grandes:

1.- Pequeñas cantidades

Como mencionábamos antes, los habitantes del país poseen bajos niveles de obesidad y llegan a edades muy avanzadas.

Lo que sucede con Japón es que los platillos suelen contener poca comida en comparación a la que se acostumbra en occidente.

No quiere decir esto que coman menos. Más es cierto que su alimentación incluye una mayor cantidad de comidas y que los mismos generan saciedad en el consumidor.

2.- Alimentos frescos y naturales

El factor que más afecta a la población del resto de los continentes con un alto grado de obesidad, no es más que el alto consumo de producto que funcionan como una alta fuente de grasas saturadas, harinas blancas y refinadas.

Podemos resumir la alimentación de Japón a esta lista:

  • Arroz y tallarines.
  • Vegetales: puerro chino, espinacas, pepinos, berenjenas, rábanos,  renkon, takenoko, cebollas y lechugas.
  • Vegetales en vinagre.
  • Salmón.
  • Huevos de gallina o codorniz.
  • Carnes (cantidades muy pequeñas).
  • Legumbres, en especial soja y los derivados de esta.
  • Fruta: caquis, manzanas, mandarinas, peras.
  • Frutos secos
  • Té verde y té de jazmín.

3.- No a los lácteos y reducir el consumo de carne

Por muy delicioso y apetitoso que pueda sonar tomarse a diario un smoothie de fresas, chocolate, almendras y leche… A pesar de lo buena que es la leche en muchos ámbitos, no es recomendable si lo que quieres es mantener un aspecto joven.




La carne supone lo mismo, el alto consumo de la carne roja está altamente ligado a tasas de mortalidad, sobre todo por las enfermedades cardiovasculares que se pueden contraer mediante la misma.

4.- Desayunos abundantes y cenas ligeras

A ver, puntualicemos algo bastante importante: al hablar de abundancia no nos referimos a mucho y al hablar de ligera no nos referimos a casi nada o nada.

Lo que esto quiere decir es, mantener una alimentación muy variada y completa en el desayuno y dejar los alimentos pesados o que puedan causarnos algún tipo de indigestión para otro momento.

Para darte una mejor idea y que puedas tener referencias para crear tu propio modelo alimenticio o seguir al pie de la línea el japonés, recomendamos los siguientes:

  • Té verde
  • Sopa de miso
  • Pescado al grill
  • Huevos
  • Arroz
  • Algas
  • Porciones de fruta
  • Encurtidos

5.- El vinagre de arroz

El vinagre de arroz está muy presente en la alimentación de los japoneses y se acompaña con una gran cantidad de sus platillos típicos, como el sushi, pepinillos, algas, etc.

Las razones del porqué son:

  • Es excelente para digerir la grasa, debido a la concentración que posee en ácido acético.
  • Incluidos en múltiples recetas con arroz, conseguiremos reducir nuestros niveles de glucosa en la sangre, además de la posibilidad de erradicar parte de los niveles de grasas de nuestro organismo.

6.- Comer sin prisas, comer con complacencia

Es más que un secreto, es una práctica que se ha adoptado ya por muchas otras culturas, y supone el estar completamente concentrados en el aquí y el ahora (tal como tanto insiste toda la cultura asiática en cuanto a nuestros vidas).

Es importante que podamos ser lo suficientemente dedicados como lo somos con el resto de nuestras actividades durante todo el día. Y eso, en gran parte, supone poder disfrutar de los pequeños placeres que siempre tenemos a mano.

Tomar con gusto cada bocado, deleitarse con él y saborear cada esencia que puedas percibir. Toma ese tenedor y empieza a ver con el apetito que tienes lo que se te presenta en el plato y simplemente, gózalo.

Más que llenura  como efecto psicológico, al comer despacio favorecemos la digestión y la sensación de saciedad cuando se debe. Son pequeñas características que definen un estilo de alimentación propio y excepcional que deberíamos de empezar a imitar.




Es algo que debemos, más que imponer en nuestra cultura, enseñar. No hay nada mejor que enseñarles a tus hijos buenos hábitos alimenticios, pues crearás una generación más saludable. ¡Empieza a cuidar de los tuyos y comparte tus recetas con nosotros!