El ser humano se caracteriza por ser proclive a ceder ante ciertas debilidades, algunos se dejan arrastrar por vicios, otros por comportamientos violentos y/o delincuenciales y algunos otros por los pequeños y grandes placeres de la vida, entre ellos se destaca el comer.

Incluso personalidades del mundo de la belleza tan reconocidas como la Miss Universo de 1996, Alicia Machado, reconoció su debilidad por la comida, al contestar que lo que más le gustaba era comer, lo cual quedó evidenciado cuando a meses de haber sido coronada como la más bella del planeta, dejó ver sus kilos de más, generando mucha polémica.

Quizás tu situación sea similar, seas hombre o mujer, joven o maduro/a, puedes haber sucumbido en más de una ocasión a la tentación de platos dulces y salados, hasta llevarlo a un punto en que todo se sale de control y terminas sumergido en un severo problema de sobrepeso. Pero recuerda que es posible tomar la decisión de mejorar.

Efectos sobre la autoestima

Si se trata de definirlo de un modo simple, la autoestima es la valoración que tenemos de nosotros mismos, esta puede ser positiva o negativa, existiendo casos en donde llega a ambos extremos en niveles muy altos.

En el caso específico de la obesidad o el sobrepeso, la valoración que realizan las personas que la enfrentan es negativa, siendo éste un factor determinante que los impulsa a profundizar sus malos hábitos alimenticios y dejarse llevar ante éste placer.

Pensar en tres comidas al día resulta absurdo para muchos, pues ya no se trata de comer por necesidad y un darte un gusto extra alguna vez, se convierte en un deseo insaciable, que pone en riesgo la salud y la estabilidad emocional.




A ello podemos añadirle el efecto que el mundo exterior causa sobre el autoestima de estos, pues generalmente las personas recurren a apodos muchas veces ofensivos y a burlas que terminan por sepultar los deseos de control, llevando a quienes padecen de obesidad a utilizar el alimento como una especie de calmante para sus problemas.

Ventajas de mejorar la imagen

Determinar las ventajas de perder esos kilos de más es fundamental para intentar levantar la autoestima de aquellos que pueden considerar que han fracasado, es por ello que a continuación destacamos 3 de ellas:

  1. Mejoras en la salud: El consumo excesivo de grasas, carbohidratos y azúcares puede ocasionar problemas de diversa índole, tales como: Respiratoria, cardíacos, hipertensión, entre otros.
  2. Mejor apariencia física: Al perder el exceso de volumen corporal se obtiene una mejor imagen corporal, que incidirá de forma positiva en el aumento del autoestima, al otorgar mayor seguridad a las personas. Por supuesto, debemos recordar que la definición de belleza en la sociedad depende del lugar en el que nos encontremos, y a veces podría ser demasiado irreal, o simplemente ser una idea errónea e incluso peligrosa de lo que es realmente la belleza.
  3. Mejor interrelación con el entorno: Al gozar de seguridad, la persona puede volver a sentirse parte del mundo que lo rodea, despertando su interés por las amistades y participar en actividades de tipo social.

Tomar la decisión de cambiar

Cambiar no es algo fácil, más aun cuando se llega a niveles crónicos de apego a un hábito determinado, como por ejemplo el comer en exceso, es por ello que por lo general la motivación proviene de una meta o de varios objetivos específicos.

También existen casos en donde se llega a un punto de quiebre, en donde la persona se ve obligada a cambiar, ejemplo: Un factor emocional, económico o de salud. Sea cual fuera la razón, es necesario contar con una buena orientación para tomar esta difícil decisión.

¿Vale la pena sacrificarse?

Esta pregunta es determinante para el logro del objetivo final, ya sabemos que no es fácil dejarlo todo atras, pero si todo lo que nos ofrece nuestra vida de hoy no nos llena, entonces es un motivo importante para buscar un nuevo rumbo.

Seguramente pudiera resultar mucho más cómodo estar inmerso en la famosa «zona de confort» pero esta muchas veces, no es sinónimo de felicidad.




Cuantas veces te preguntaste ¿qué se siente montar en bicicleta, ir a la playa sin sentir pudor alguno, atreverte a invitar a salir a esa persona que te encanta, comprar la ropa que siempre soñaste y que nunca sacaron de tu talla, salir a buscar una mejor oportunidad laboral?

Si a eso se suma el hecho de gozar de una vida más longeva y de lograr muchos de los objetivos que viste como inalcanzables toda tu vida, probablemente la respuesta es un rotundo ¡Si quiero bajar de peso!

No importa que tan grande parezca el sacrificio, subir la montaña más elevada es posible cuando contamos con la motivación, la determinación y el apoyo imprescindible de familiares y seres queridos que comprendan que una vida mejor está en el horizonte y tú vas a paso firme hacia ella.