La berenjena es una fruta que contiene extraordinarias propiedades y beneficios que no solo sirven para mantener una buena salud, sino también perder peso.

Preparo la berenjena haciéndole rodajas, aliñándole, para luego hacerla a la plancha, y quedan sabrosas, realmente solo las preparaba así, hasta que comencé a investigar sobre esta verdura, que a más de ser sabrosa nos brinda grandes aportes al cuerpo.

Propiedades de la Berenjena

La berenjena está compuesta principalmente por agua (92,6%) e hidratos de carbono (3,5%). Esto, sumado a sus escasas grasas (0,2%) y proteínas (1,2%), la hace muy ligera (21 cal/100 g).

También aporta fibra (1,5%); una taza de berenjenas contiene apenas 38 calorías, lo que la convierte en un alimento perfecto para quien cuida mucho su salud y quiere perder peso.

En cuanto a sus micronutrientes, destaca principalmente su aporte en potasio (240 mg/100 g) y ácido fólico (13 mcg).

Como refleja su color morado también contiene antocianinas, de acción antioxidante.

Contiene Vitamina A, B1, B2, C, ácido fólico, lo que ayuda a reforzar el sistema inmunológico y mejorar la resistencia de enfermedades.

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Es rica en minerales como el potasio, calcio, magnesio, hierro y fósforo, lo que ayuda a prevenir la artritis, osteoporosis y enfermedades del corazón.

Beneficios de la Berenjena

Uno de los beneficios de la berenjena es que es un alimento desintoxicante, es decir favorece la eliminación de sustancias indeseables del organismo, ayuda con el control de la tensión arterial y favorece los procesos digestivos.

Es recomendable para la anemia o la osteoporosis al tener un alto contenido en calcio, fósforo y hierro.

Posee ácido clorogénico, el cual ayuda a reducir el colesterol malo y combatir los radicales libres.

Es rica en flavonoides, pigmentos muy conocidos por ayudar a mejorar ciertas cualidades de los alimentos y por brindar protección a las células frente a distintos agentes dañinos.

Es rica en fibra, lo que provoca gran efecto de saciedad y el correcto funcionamiento del sistema digestivo.  La fibra, es aparte del agua, el principal componente de la berenjena.

De tipo soluble, favorece el buen estado de la flora bacteriana y disminuye la consistencia de las heces, lo que ayuda a su eliminación.  La berenjena se puede considerar un alimento ligero y digestivo siempre que se cocine de manera apropiada.

Es rica en antioxidantes y previene ciertos tipos de cáncer o enfermedades cardiacas. No hay mejor forma de estimular el sistema inmunológico, los niveles de energía del cuerpo y mantener el corazón sano que con esta verdura.

El mineral más abundante es el potasio y casi no contiene sodio, lo que favorece la eliminación de líquidos y reduce la presión arterial (si no se añade demasiada sal al cocinarla). Esto facilita el trabajo del corazón y apoya la función eliminadora de los riñones. 

La presencia de vitamina B6, B1 y magnesio en cantidades significativas la indican para reforzar el sistema nervioso y mejorar el estado de ánimo. La vitamina B6 es especialmente recomendable durante el embarazo, pues previene la diabetes gestacional y alivia las náuseas.

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También reduce el colesterol y ayuda a prevenir la aterosclerosis.  Tanto la fibra como las sustancias químicas que se encuentran especialmente en la piel y las semillas contribuyen a mantener el colesterol en niveles óptimos.

Algunos compuestos de la berenjena inhiben la síntesis de colesterol en el hígado, mientras que otros evitan que se oxide y se adhiera a las paredes arteriales. 

Protege las membranas celulares del cerebro, lo que favorece al envío y recepción de los mensajes de las moléculas a las células. La nasunina protege especialmente las membranas de las neuronas, por lo que previene y combate diversos trastornos de tipo nervioso.

También se ha investigado su utilidad en la lucha contra el cáncer porque inhibe la formación de nuevos vasos sanguíneos que alimentan los tumores y combate la indeseable acumulación de hierro en los tejidos.

Reduce el nivel de glucosa en la sangre en las personas con diabetes, por lo que es muy recomendable para ellas, porque contiene muy pocos hidratos de carbono, mucha fibra, que reduce la velocidad de absorción de los azúcares de otros alimentos, y sustancias que ayudan a mantenerlo bajo control, como la trigonelina. 

El ligero sabor amargo que posee se debe a sus compuestos, mismos que son reconocidos por su efecto depurativo, mejorando el funcionamiento del hígado.

Las propiedades más valiosas de la berenjena no son debidas a su riqueza en vitaminas y minerales, sino a compuestos químicos específicos que se hallan sobre todo en la piel y las semillas. Destaca especialmente su capacidad para reducir el colesterol LDL.

El aporte de fibra es una posible causa, pero todo indica que la diferencia está en los alcaloides con estructura química similar a las estatinas –medicamentos que inhiben la síntesis del colesterol–, pero sin sus efectos secundarios.

Estas sustancias exclusivas de la berenjena y de sabor amargo estimulan el buen funcionamiento del hígado y el vaciamiento de la vesícula biliar, de manera que favorecen la digestión de las grasas. Son efectos que pueden conseguirse a través de recetas culinarias y también mediante infusiones (se corta la berenjena en cubitos que se dejan hervir unos minutos; luego se va tomando el líquido a lo largo del día).

Además, la berenjena contiene una decena de ácidos fenólicos antioxidantes muy potentes y antocianinas –pigmentos que dan el característico color oscuro a la piel– como la nasunina.

Ambos tipos de compuestos impiden la oxidación del colesterol –una de las causas de que se convierta en un problema para la salud– y con ello previenen tanto los trastornos cardiovasculares como las enfermedades degenerativas.

Precaución con las Berenjenas

Las personas con tendencia a formar cálculos renales solo deben consumirlas ocasionalmente, pues contienen una gran cantidad de oxalatos, que favorecen la cristalización inicial.

Recuerda siempre consumirla cocida, pues posee un alcaloide tóxico que llega a provocar trastornos intestinales y dolores de cabeza intensos, el cual se elimina con la cocción.

Para quitarle el sabor amargo es recomendable, desde una noche antes de comerla, colocar algunas rodajas sin cocer en un recipiente que contenga agua con sal, enjuágalas al día siguiente para retirar el exceso de sal y cocínalas.

El aceite de berenjena es utilizado para tratar los reumas.

Beber medio litro de agua de berenjenas por día durante una semana ayuda a disminuir el colesterol.

Las personas que hayan sufrido esofagitis por reflujo o padezcan alguna enfermedad inflamatoria de las articulaciones, deberían consultar con su médico antes de consumirla.

Maneras de preparar la berenjena

Las maneras más saludables y digestivas de consumirla son asada entera al horno, a la plancha y luego aliñada ligeramente o trabajada en patés vegetales.

Frita también gusta, aunque ya es menos aconsejable. Hay que tomar ciertas precauciones para que la pulpa no absorba demasiada grasa, lo que multiplica el aporte de calorías y la hace más indigesta (las 15 calorías de 100 gramos en crudo pueden transformarse en 300).

Para conseguir una pulpa más densa y que absorba menos aceite es necesario salarla antes de su cocción. Así las moléculas de sodio atraen el agua al exterior y extraen la humedad de la carne.

Cualquier plato hecho con berenjena se puede perfumar con plantas aromáticas como el orégano, el tomillo, la mejorana y el perejil, u otras más propias de Oriente Próximo como el cilantro.

La Berenjena para bajar de peso

Sabiendo cómo tomarla, puede convertirse en una ayuda imprescindible para ir reduciendo poco a poco esa molesta grasa en el abdomen. Hay que tener en cuenta que la propia ingesta de agua antes de las comidas ha demostrado ser capaz de reducir el apetito. Si además le añadimos berenjena, los efectos serán mayores.

No hace falta (ni es recomendable) pasar hambre o limitarse durante unos días a tomar esta bebida para bajar de peso. De esta manera, solo conseguiremos exponer la salud y restarnos vitalidad y bienestar a corto y largo plazo.

Hemos de tener siempre claro que para bajar la grasa abdominal con agua de berenjenas -o mejor dicho, bajar esos kilos de más- vamos a tener que cambiar nuestros hábitos o costumbres en la alimentación.

Es decir, beber agua de berenjenas solo funcionará si llevamos una dieta equilibrada y hacemos al menos media hora de ejercicio al día. Por esto mismo, se dice que una buena alimentación y una rutina de ejercicios adecuada son la combinación perfecta.


Recuerda siempre como te lo hemos mencionado en otras ocasiones: estos son solo consejos y algunas informaciones que ayudan en nuestro afán de conocer para que sirven los alimentos y cómo podemos servirnos de ellos, sin que esto signifique una guía profesional.

Para tener una guía profesional, siempre debes consultar con un experto médico en esta área.

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