Puede ser que a lo largo de tu vida hayas comenzado diferentes tipos de dieta o incluso, que hayas optado tener una alimentación mucho más equilibrada por tu cuenta, ¿has conseguido que durara más de un par de semanas o incluso un par de meses? ¿Has sufrido el llamado “efecto rebote”, lo que ha ocasionado que aumentaras más de peso del que lograste perder?
Si no has pasado por estas situaciones tan molestas y tu alimentación es buena, me alegro mucho. Sin embargo, si has sufrido estas u otras, te animo a que sigas leyendo para que termines averiguando cómo conseguir que tu salud mejore mucho más.
No existen las dietas milagros, la clave son los hábitos
Deja de focalizar tu atención en el peso que tienes y céntrate en comer mejor si es lo que realmente te importa. Los kilos te dejarán poco a poco a medida que tu alimentación vaya mejorando y logre ser más equilibrada en tu día a día. De todas formas, ten en mente que es importante no obsesionarse con el peso, ya que de esta forma será más fácil que comas bien y te sientas de mejor ánimo.
En vez de establecer como objetivo el perder X kilos en determinadas semanas, centra tu atención en el proceso que estás comenzando de comer cada día mejor. Disfrútalo, siéntelo, deja a un lado la báscula y verás cómo poco a poco no solo logras perder peso, sino que también verás los siguientes cambios:
- Te sentirás a gusto contigo mismo, quizá sea la primera vez que logras sentirte de esta forma completamente…
- Contarás con mucha más energía, ya que comer mal influye también en esto y en su consumo. Estarás mucho mejor física y anímicamente.
- Si te sientes bien y además, tienes más energía, podrás comenzar un nuevo proyecto con más motivación e incluso tus horas de trabajo serán mucho más rentables.
Al final, somos los que decidimos comer y gran parte de nuestros problemas diarios vienen desencadenados por una alimentación desequilibrada, así que nuestro objetivo principal deberá focalizarse en que nos sintamos mucho mejor. Y la alimentación ecológica tiene mucho que ver aquí.
¿Sabes cómo funciona un hábito?
Podemos considerar que un hábito es un proceso que se adquiere a nivel inconsciente y que está compuesto por 3 partes principalmente:
– Disparador: es el acto o momento determinado que da lugar al hábito. En el caso que nos preocupa, cuando comes mal el disparador puede ser cualquier cosa. Por ejemplo, el instante en el que el hambre hace mella en tu estómago, en el que sientes ansiedad o cuando decides abrir el armario para ver esa bolsa de dulces que tienes dentro.
– Acción: la acción hace referencia a los actos que realizas. Por ejemplo, abrir el armario y ver esa bolsa de dulces, de la que antes hemos hablado y terminar emitiendo una respuesta como por ejemplo, decidir si comerla o no, esa es la acción.
– Recompensa: el resultado de haber realizado esa acción, lo que terminas obteniendo. Por ejemplo, si terminas comiéndote la bolsa de dulces sentirás cierto tipo de satisfacción – esto es la recompensa.
Todo este proceso se termina realizando a nivel inconsciente. Está grabado en tu cerebro. Por esto mismo ya sabrás que la fuerza de voluntad no es suficiente para dejar de comer mal. Esto es lógico completamente. Desde pequeños nos han enseñado a que la fuerza de voluntad es fundamental y, cuando no logramos algo, terminamos sintiendo una gran culpa.
El gran problema se encuentra en que nuestro cerebro ya ha automatizado el ingerir dulces por lo que la fuerza de voluntad no termina por valerse por sí misma y lograr enfrentar este proceso. Por eso mismo, existen unas cuantas series, muy útiles, que servirán para enfrentarte a estos momentos de forma muy sencilla y que además, aumentarán tu fuerza de voluntad. ¡Un dos por uno en toda regla!
No empieces a lo grande con las dietas
Puede que hayas pensado cambiar tu dieta de la noche para la mañana. En un abrir y cerrar de ojos pasarías de comer pizza, hamburguesas, pasta, patatas fritas… a ingerir productos ecológicos, como legumbres, fruta y verduras. ¡Qué sorpresa que no hayas podido aguantar más de un par de días o exagerando, un par de semanas! Este método es totalmente contraproductivo.
Tenemos claro que quieres adelgazar pero olvídate de querer hacerlo cuanto antes, piensa a largo plazo. De esta forma seguirás haciendo tu vida como siempre. ¿Qué te parece mejor alternativa: adelgazar 5 kilos en un mes y recuperarlos al mes siguiente o, no recuperarlos nunca?
Esto sucede por querer empezar la casa por el tejado. Comienza por cambiar UNA cena a la semana. Luego pasas a dos a la semana, a tres… y así, progresivamente.
Comprométete contigo mismo
La actitud con respecto a todo lo que tienes por delante, marca la diferencia. Primero, antes de comenzar, deberás comprometerte seriamente contigo mismo, sino, no lograrás finalizar el proceso.
Trata de ser claro y conciso contigo mismo. Esclarece por qué quieres comer mejor, cuáles son los motivos que te mueven a ello. Una vez lo tengas presente, quizá puedas comenzar a comprometerte contigo mismo. Visualiza que has conseguido tu objetivo y podrás con todo lo que se te presente.
Estas estrategias te ayudarán a mejorar tu alimentación, pero también estarán presentes en otros aspectos de tu vida como por ejemplo para eliminar las distracciones de tu empleo, comenzar un proyecto nuevo o incluso gestionar una empresa. Saber establecer e implementar unos hábitos marcará la diferencia en tu día a día.