Para muchos, las grasas en el cuerpo son un trauma por la obesidad que puede producir, pero esto es porque no existe un equilibrio en nuestra alimentación, ya que las grasas en el cuerpo son necesarias. Entérate bien.
Qué son las grasas
Las grasas son sustancias indispensables por su aporte de energía y como elementos constituyentes de los tejidos del cuerpo humano, las grasas son llamadas también sustancias ternarias. En su composición se encuentra el carbono, hidrógeno y el oxígeno.
Las grasas aportan sustancias de reserva al organismo, suministrando más energía calórica que los hidratos de carbono y las proteínas. Son sustancias esenciales en la estructura de todos los tejidos y poseen un gran porcentaje de las vitaminas necesarias para el crecimiento y mantenimiento del cuerpo.
Debemos saber que constituyen la mayor parte de los tejidos del cerebro y de los nervios, se convierten en un vehículo de las vitaminas liposolubles [Vitamina D (calciferol), vitamina E (tocoferol), vitamina K1 (filoquinona) y K2 (menaquinona) y vitamina A (retinol)], además favorecen la absorción de la vitamina K, estimulando el flujo biliar hacia el intestino.
Las grasas también ayudan a absorber ciertos minerales y aumentan la retención de calcio y fósforo, la acción antirraquítica de la vitamina D. Aíslan el calor celular subcutáneo, protegen y sustentan órganos, vasos y nervios, y son las únicas fuentes de ácidos grasos esenciales.
Las grasas más simples y adecuadas a nuestro organismo son las de origen vegetal, no solo por su composición molecular, sino que los ácidos que las integran son más simples porque tienen menos cantidad de carbono. La grasa de la leche se aproxima al contenido vegetal por el ácido burítico que la integra.
Cuál es la cantidad adecuada de grasa para nuestro cuerpo
Para determinar el promedio de grasa que necesita nuestro cuerpo, es indispensable conocer el peso de cada uno, además de otros factores como el clima.
El porcentaje de grasa corporal es la cantidad de grasa que tenemos en el cuerpo en comparación con todo lo demás (órganos, huesos, músculos, tendones, agua…). Entonces una persona con un peso muy bajo puede tener un índice de grasa corporal más alto que otra persona que pese más, no hay que olvidar que la grasa, por ejemplo, pesa mucho menos que los músculos.
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Un organismo de 70 kg de peso, generalmente debe poseer 7 kg de grasa (el 10%). A fin de mantener esta cantidad, necesitamos 56 gramos al día. Esta no es una regla fija, por ejemplo en el invierno debemos consumir más grasas que en el verano. En un organismo de 85 kg, el porcentaje de grasa sería 12%, en uno de 60 kg, sería el 12%, todo esto también depende de la masa muscular que tu organismo posea.
Recordemos que son más las personas que se enferman por exceso de grasas que por falta de ellas. En la Segunda Guerra Mundial, cuando escaseaban los aceites y grasas comestibles, el pueblo fue obligado a reducir el consumo de aceites, comprobando luego de un corto tiempo que las enfermedades habían decrecido.
Es importante no llenarnos de grasa, pero sí mantener la adecuada para nuestro cuerpo.
Cuáles son las mejores fuentes de grasas
Definitivamente las grasas de origen vegetal son las que podemos consumir y las encontramos en la frutas como nueces, avellanas, almendras, piñones, paltas, aceitunas. También en los aceites, siempre que sean de buena calidad, es mejor si se consume aceite de oliva. Otro buen aceite es el de uva, ya que es bajo en colesterol, es recomendable para quienes sufren de arteriosclerosis.
Existen otros aceites de buena calidad como el de girasol, de maní, algodón, que son ideales para el consumo en casa, pero evitemos freir con estos productos porque aumenta en ellos la cantidad de carbono, tornándose así más dañinos que benéficos.
Refiriéndonos al carbono, cabe mencionar que las grasas de origen animal con excepción de la leche, por su mayor cantidad de carbono, dejan muchos más residuos al ser quemados en el organismo, lo que puede llevar a un estado de acidosis por cabocemia.
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Las personas de estomago delicado deben tener cuidado con el uso de las grasas. Deben evitar toda clase de frituras, usando solamente aceites crudos y en muy pequeña cantidad, además no abusar de las nueces, avellanas, maní, entre otros.
Con información del Libro «Cómo Vivir Sano»